Jue, 23-Octubre-2025
  • Seguridad

Una adolescente de 13 años fue abusada sexualmente por un hombre que aparentaba ser bueno.

 

Una adolescente de 13 años fue destrozada por un degenerado de 18 años, el hombre aparentaba ser amable, cariñoso y a la hora “D” terminó siendo el peor ya que abusó a la jovencita en un baldío de Oruro el mismo día en que se conocieron.

El comandante departamental de la Policía de Oruro, Gonzalo Torrico, relató los hechos de la siguiente forma. “Este sujeto de 18 años se constituyó a la ciudad de Oruro, posteriormente trasladó a la víctima al barrio Kantuta, donde la agredió sexualmente”. Cada palabra del informe pinta un cuadro de alevosía y premeditación que indignó a población orureña.

El drama comenzó con mensajes inocentes que llegaban al celular de la niña. El agresor, procedente de Cochabamba, viajó con un único y siniestro propósito de tomar contacto con la víctima después de haberla conocido en las redes sociales.

Valiéndose de su cuenta falsa de Tik Tok, donde se mostraba como un joven atlético, económicamente solvente y entonces pactaron una cita para conocerse, pero el hombre ya sabía que este era un plan siniestramente planificado.

Ese día, la confianza de la adolescente se transformó en su propia pesadilla, pues el monstruo la llevó a un campo baldío, un lugar desolado que se convirtió en el escenario de un crimen abominable. 

Allí, procedió a agredirla sexualmente, aprovechándose de su vulnerabilidad, al final, la joven quedó pasmada y en silencio por varias horas. Ella sabía que estaba cargando el peso de un trauma indeleble.

Luego de cometer el delito, el desalmado le lanzó unos cuantos billetes y le dijo “gracias por su servicio”, “nos veremos pronto”, para luego escapar del lugar en el motorizado que fue utilizado para trasladar a la menor.

Finalmente, la víctima encontró fuerza para contar lo ocurrido a sus padres quienes no podían creer que el hombre haya venido desde Cochabamba para cometer semejante delito.

El dolor de los padres se transformó en acción quienes indignados fueron a denunciar ante las autoridades policiales lo ocurrido y comenzaron las investigaciones de inmediato.

La declaración de la adolescente, un testimonio cargado de dolor y horror, se erigió como el pilar fundamental para cazar al depredador.

“El sindicado habría tomado contacto con la víctima por las redes sociales”, confirmó el comandante Torrico. “Nuestro personal de inteligencia se constituyó a Quillacollo para aprehenderlo”. La eficacia policial logró localizar y capturar al degenerado, quien ahora enfrenta cargos por violación a Niño, Niña o Adolescente. 

Ese caso no es un hecho aislado, sino un recordatorio lúgubre de los peligros que acechan por las redes sociales a las niñas. El jefe policial, ante la recurrencia de estos delitos, recomendó a los padres de familia a ejercer un control férreo y constante sobre el uso que hacen sus hijos de las plataformas virtuales.