- Seguridad
Los vecinos de la zona Tembladerani de La Paz detectan el caso guiados por el olor nauseabundo.
El cadáver de una mujer de aproximadamente 30 a 40 años, fue hallada en estado de putrefacción en una casa de la zona Tembladerani de La Paz. El cuerpo estaba en estado de descomposición y al realizar el levantamiento, los policías descubren que la víctima fue apuñalada sádicamente y el arma que utilizados seguía en el piso.
“El olor a putrefacción era una cuadra a la redonda, no se podía respirar bien y daba ganas de vomitar cuando pasábamos por esa casa, pensábamos que era un animal muerto, pero cuando entraron los policías encontramos el cadáver de la señora”, contó un vecino del lugar.
El operativo fue encabezado por efectivos de la EPI Cotahuma, quienes al ingresar a la vivienda se encontraron con una escena macabra: El cadáver yacía en una de las habitaciones, con signos evidentes de violencia y cortes profundos en la parte inferior del cuerpo.
El hedor era tan fuerte que los propios uniformados tuvieron que cubrirse para resistir el ambiente insoportable.
La autopsia médico-legal confirmó que la causa de la muerte fue un shock hipovolémico producto de la pérdida masiva de sangre. El cuerpo de la víctima presentaba al menos 12 heridas provocadas por un arma punzocortante, marcas que revelan no solo el ensañamiento, sino la crueldad con la que fue atacada.
El arma que él o los asesinos usaron fue hallada dentro de la misma vivienda, a tres metros del cadáver, por lo que se sospecha que se trata de un crimen pasional.
El comandante departamental de la Policía, general Gunther Agudo, informó que la data de muerte se remonta a tres semanas atrás. La mujer murió en el silencio de su hogar, mientras su cuerpo se descomponía lentamente hasta que el hedor obligó a la comunidad a romper la indiferencia.
“Se ha recepcionado una denuncia con referencia a la presencia de un cuerpo en una habitación. Al constituirse en el lugar, se constató que al interior se encontraba una persona de sexo femenino de aproximadamente 35 a 40 años de edad, la misma que hasta el momento no ha sido identificada”, detalló Agudo.
El horror del hallazgo se multiplicó entre los vecinos, quienes nunca imaginaron que tras esas paredes se escondía una tragedia tan atroz. La pestilencia que los obligó a llamar a la Policía se convirtió en la señal macabra de que la violencia había cobrado otra víctima más en la urbe paceña.
La investigación apunta al concubino de la mujer, quien se encuentra prófugo hasta la fecha y los investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) no descartan que este hecho se trate de un feminicidio, el crimen más brutal contra las mujeres, que sigue golpeando con fuerza al país.
El cuerpo de la víctima permanece en calidad de NN, mientras las autoridades buscan establecer su identidad y dar con el paradero del principal sospechoso y familiares de la víctima que le puedan dar cristiana sepultura. El tiempo que transcurrió entre el crimen y el hallazgo dificulta la investigación, pero no disminuye la crudeza de los hechos. El barrio de Tembladerani ahora vive bajo el peso del miedo y la indignación.