Dom, 29-Junio-2025
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La Paz |

Una nueva intervención del colectivo Mujeres Creando generó polémica este sábado en el centro de La Paz. Esta vez, el blanco del ataque fue el monumento al Mariscal Antonio José de Sucre, ubicado en la emblemática plaza del Estudiante, al que las activistas pusieron una falda y colocaron un cartel a modo de protesta simbólica.

La acción se produjo en una jornada que, desde la institucionalidad, había sido dedicada a reafirmar valores como el respeto y la tolerancia. “Los monumentos históricos merecen respeto y protección”, señalaron autoridades locales, lamentando que este tipo de expresiones empañen iniciativas cívicas orientadas a la convivencia pacífica.

No es la primera vez que el colectivo feminista, liderado por María Galindo, protagoniza intervenciones de alto impacto en espacios públicos. El año pasado, durante el 12 de octubre, fecha que marca la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, Mujeres Creando arrojó pintura sobre la estatua de Isabel la Católica, en la plaza homónima de Sopocachi. En esa ocasión también colocaron una corona y una manta con la frase: “Patrona del colonialismo”, desatando la protesta de vecinos de la zona.

La narrativa de estas acciones se sustenta en una crítica al legado colonial europeo, particularmente en lo que concierne a la figura femenina impuesta desde la corona española. Según el colectivo, dichos símbolos perpetúan una visión que “desprecia a las mujeres no blancas”, reduciéndolas a una condición de inferioridad estética y económica.

HACE AÑOS 

Hace cinco años, en la misma fecha, el grupo también intervino la estatua de Cristóbal Colón en la ciudad, en una acción similar. Todas estas manifestaciones han coincidido, además, con el discurso impulsado desde sectores del oficialismo, como el Movimiento Al Socialismo (MAS), que aboga por una revisión crítica de los símbolos públicos asociados a la colonia.

A pesar de que los monumentos y bienes públicos están protegidos por normativas municipales y nacionales, hasta la fecha no se han registrado sanciones concretas contra estas acciones. Las fachadas y estructuras públicas siguen siendo escenario frecuente de protestas performáticas por parte de este colectivo.

La controversia entre arte, protesta y daño patrimonial continúa abierta. Mientras algunos defienden el derecho a la libre expresión y la provocación artística como parte del debate democrático, otros exigen mayor resguardo del patrimonio histórico y llaman a preservar los espacios públicos como lugares de encuentro y respeto.